miércoles, 25 de diciembre de 2013

EDNODIO QUINTERO: CUANDO DESPERTÓ, EL SUEÑO SEGUÍA AHÍ

                                  
       Combates y Ceremonias, libros de cuentos de Ednodio Quintero, entre "Muere la verdad", de Goya


Leo embelesada a Ednodio Quintero. Aquí un breve fragmento:

   " (...) Amanece y estoy hablando solo en la terraza. Recuerdo que me levanté después de medianoche: el calor, el insomnio y la presencia muda y rencorosa de Laura se me hacían insoportables. Una estrella fugaz dibujó en el cielo negro la silueta de una mujer, me abandoné a ella y el aire puro de la madrugada apaciguó el tormento de mi piel.
(...) ¿Ahora te vas? Nadie te detiene. Si nunca has venido, puedes irte. Adiós, aligera tus pasos, no te detengas, sé flecha, viento ligero, ave fugaz. Vete ya. Pero antes de que tu imagen se disuelva en la claridad de mañana, mírame desde el fondo de tus ojos glaucos y dime qué debo hacer para que Laura no descubra la marca de tus dientes en mi piel."


Fragmento de "Amanecer en la terraza". Ednodio Quintero. Combates. Editorial Candaya. Barcelona, 2009.-  

miércoles, 18 de diciembre de 2013

RESISTIR CON HUMOR


Los gestores de esa cosa llamada realidad se han vuelto muy serios. Con otras palabras, su formalidad es uña y carne de su autoritarismo. Ya el escritor Laurence Sterne los definió con el sustantivo "agelastos" en su célebre libro Tristram Shandy. Son aquellos que se valen de la seriedad a fin de proteger su versión sagrada de lo real. Nada mejor que ponerse serios para blindar el propio poderío. Es una manera de evitar cualquier fisura por donde se cuele algún atisbo de rebeldía. Sin embargo, la severidad engendra a su contrario, el humor y la risa como una forma de desafiar a la supuesta realidad inamovible.
Asistimos cada día al ingenio de mucha gente, sobre todo ahora que la era digital permite el mensaje instantáneo. Parece que la broma compartida se impone con suma inmediatez, bien en páginas de internet, bien a través del wasap. Quién no ha visto imágenes o vídeos trucados con humor. Anuncios televisivos, acontecimientos políticos o sociales, palabras y gestos de gobernantes, etc, a los que se les da la vuelta como un calcetín para ridiculizarlos. Suelen ofrecer interpretaciones alternativas de lo que se cuece en el mundo. Mientras tanto, nos partimos de risa, participando del asalto a las más pequeñas manifestaciones de la realidad imperante.
Es lo que tiene el humor. Capaz de aportar una luz diferente a la mirada, navega contra la corriente de los agelastos y sus discursos graves. También se distancia de sus secuaces, profesionales de la mofa sin más objeto que ofrecer algo para reír y así atontarnos.
A través de la broma se dicen grandes verdades de forma más refinada. Nos ausentamos del mundo para verlo con otros ojos. Las cosas pierden su significado aparente y dejan de ser lo que presuntamente son.
Podrán inyectarnos miedo y podrán acabarse nuestras lágrimas, pero no la risa. Como escribió Walter Benjamin: "En la risa se prepara la humanidad para sobrevivir, si cabe, a la civilización y con la risa comulga en el verdadero misterio de la sátira, que consiste en comerse al enemigo".

FUENTE: LA PROVINCIA- DIARIO DE LAS PALMAS. EL QUINQUÉ.

sábado, 30 de noviembre de 2013

`FUERA DE AQUÍ´, DE ENRIQUE VILA-MATAS



Ningún otro título mejor que Fuera de aquí para el libro, recién publicado, de Enrique Vila-Matas. El volumen contiene largas conversaciones de este escritor con su traductor al francés André Gabastou. También imágenes inéditas y una selección exquisita de pasajes de sus libros.
Fuera de aquí parece edificar la esencia de toda su obra. En él habla Vila-Matas, con un espíritu libre y profundamente humano, de sus libros y de las claves ocultas de su ficción. 

A lo largo de las páginas prevalece su mirada peculiar. Ojos que miran por detrás de los ojos -fuera de aquí- permitiendo a los lectores verse a sí mismos. Es lo que tiene un libro como este, capaz de sorprender con la intimidad de las palabras. Palabras que habitan nuevas palabras, las cuales albergan en su seno otras tantas más.

Sumergidos en su lectura, nos asalta fácilmente una sensación de familiaridad y extrañeza al mismo tiempo. Quizás, porque de todo lo que se dice en Fuera de aquí  emerge el escritor Vila-Matas en su plenitud. Con su particular estilo narrativo indiscutible, aborda simultáneamente temas antiguos y nuevos. Es tal vez una de las características de su obra, siempre inconclusa y caminando en línea recta. Fuera de aquí, sobrevolando la obscena realidad que se impone a sí misma como meta.

Vila-Matas manifiesta que todos somos actores y que fuera del teatro de la realidad no hay nada, ninguna alternativa a la que uno pueda incorporarse. “El espectáculo”, escribe en este libro, “al igual que el teatro kafkiano de Oklahoma, es, por así decirlo, el único que hay en la cartelera. Y lo único que uno puede hacer es seguir representando su papel, aunque tal vez con una nueva conciencia.”

Vila-Matas elige esta última opción. Así entiendo sus palabras cuando declara: 

“Para entrever a ese hombre aislado en el que me voy convirtiendo, se ha de tener presente la expresión `mantenerse apartado´, emblema implícito de muchos de mis instantes: busco la esencia de un ser fuera de todo, que prosigue su trabajo implacable, y sin fin."

FUENTE: EL QUINQUÉ. LA PROVINCIA- DIARIO DE LAS PALMAS.




viernes, 8 de noviembre de 2013

EL ROSTRO DE LA AUSENCIA



En el siglo XXI Don Quijote sigue enamoradísimo de Dulcinea del Toboso. Ya no le importa que los demás la consideren la moza labradora Aldonza Lorenzo.

Atrás quedó la lectura voraz de tantos libros de caballería y su fatiga por no verse armado caballero. Renunció a las aventuras que terminaban una y otra vez en caídas y molimiento, dejando a su Rocinante maltrecho. Ningún escudero camina ahora a su lado, contradiciéndole. Los gigantes se volvieron molinos y de su mente desapareció el enemigo Frestón como ladrón de su aposento y sus libros.


En la bacía relumbrante de un barbero no ve un yelmo de oro, ni concibe la venta como un castillo. Ha dejado de creer estar consumiendo truchas cuando come abadejo.
Rompió su amistad con el barbero y el cura, enojado porque le llamaban Quijada. También por haber ambos arrojado sus libros a las llamas pensando que eran la causa de su presunta locura. No ha vuelto a probar el bálsamo de Fierabrás como mágico remedio. Retomó las tres comidas diarias y se muestra cuidadoso con su dentadura, amenazada de continuo en sus anteriores batallas.


Lejos de su memoria queda enderezar tuertos. Olvidó al Vizcaíno y el universo del Curioso Impertinente, a los frailes y los cabreros, a Cardenio, Marcela, Grisóstomo, Maritornes…
Don Quijote pasea ahora por un parque de alguna ciudad, convertido en un ciudadano corriente. Hace una pausa. Fija sus ojos en el dorso de una mujer sentada en un banco a escasos metros de distancia. Inmóvil y erguida, parece mirar al vacío.


La contempla por detrás un buen rato, mientras descubre en ella la figura y la melena de Dulcinea del Toboso. Reconoce la indumentaria azul de esta en la verde de la otra. Traza en los invisibles ojos de la mujer la mirada de su amada, al tiempo que va tejiendo cada uno de los rasgos de su rostro en esa secreta cara.
Decide dar media vuelta y proseguir su paseo. Feliz, por fin, de haberse encontrado con Dulcinea.

Fuente: El Quinqué. La Provincia-Diario Las Palmas.

jueves, 31 de octubre de 2013

JOHN BANVILLE Y BENJAMIN BLACK



Admiro la relación paradójica que mantiene John Banville con su álter ego literario Benjamin Black. Ambos son el mismo escritor. Aunque firman con distintos nombres y sus personalidades son diametralmente diferentes, Benjamin Black es el Mister Hyde que lleva dentro el escritor irlandés. Mientras el primero sale por las noches y asesina gente, el otro se desvive concentrado en su despacho escribiendo.
En una entrevista se lamenta Banville de la rapidez con que publica Black sus novelas policiacas. Él, por el contrario, tarda años en escribir un libro. No parece extraño cuando el resultado son auténticas joyas literarias. De ahí su intento de mantener a raya a su álter ego. No debe inmiscuirse en su escritura de corte opuesto, por mucho que también escriba bien.
En alguna ocasión ha tenido John Banville que interrumpir una novela para trabajar en una nueva de Benjamin Black. Lo ha hecho temeroso y apenado por pensar que durante ese intervalo pudiera perder el hilo de la suya y después no lograr continuarla. Sin embargo, al mismo tiempo y para no volverse loco, aferrándose a la convicción de que eso no sucederá.
Al margen de posibles motivos personales ocultos en el curioso desdoblamiento de su personalidad, John Banville necesita de su hermano oscuro, como él lo llama. Es él quien le da la paga. "Últimamente me está fallando", ha declarado recientemente. "Espero que me saque las castañas del fuego, que para eso está".
Gracias a él puede entregarse plenamente a la creación literaria. Le exaspera, pero con suma generosidad respeta su propia firma y no se apropia de su identidad.
Me ha venido a la mente la admirable relación de John Banville con Benjamin Black después de haber estado reflexionando sobre el sinfín de personas que trabajan para otras.En concreto, hombres y mujeres a los que se les chupa la sangre sin que se les reconozca su labor.Una vez que sus nombres han quedado disueltos en la gloria que lleva la única firma de sus vampiros, se les arroja a la invisibilidad. Sin escrúpulos.

lunes, 14 de octubre de 2013

ADIÓS, RALKÓLNIKOV



Pobre Rodión Raskólnikov, protagonista de Crimen y castigo, novela de Dostoievski. Si hoy levantara la cabeza, se daría de bruces contra sí mismo. 
Quiso igualarse a los poderosos y cometió un crimen. Asesinó a una vieja corriente, aprovechando que estaba sola en su casa. No la mató por motivos económicos, aunque viviera abrumado en la miseria.

¿Por qué resignarse a seguir siendo un animalillo asustado, un piojo, como sus semejantes? Si los poderosos carecen de escrúpulos para triunfar, si a ellos les está permitido violar leyes y normas morales reservadas a la gran masa, ninguna otra iniciativa mejor para situarse a su altura que la realización de un acto heroico. Consumar un asesinato y convertirse entonces en un hombre como el gran Napoleón. Un héroe. 

Pobrecillo. Tuvo que cargar con el peso de un terrible remordimiento, rindiéndose finalmente en una confesión voluntaria. De haber tenido constancia de los cambios en el siglo XXI, cabe pensar que no habría ejecutado su crimen.

En la actualidad los poderosos continúan matando. Matan de hambre y desesperanza. Aniquilan vidas, ideas y sueños. En nombre de la justicia y los derechos humanos actúan bajo el manto de una legalidad que se pone de su lado. Sin embargo, hoy conquistan su rango de héroes mezclándose entre la gente corriente. En lugar de buscar la distinción frente al resto, se afanan en igualarse a cualquier Raskólnikov indefenso.  
Lejos del ideario del "napoleonismo", encuentran tiempo para realizar la compra y empujar el carrito en el supermercado. Asisten con vestimenta desenfadada a los eventos populares. Tocan la cabeza de los niños, cuando no la guitarra. Despliegan sonrisas o se muestran preocupados según las circunstancias. El objetivo: pasear sus aspectos de personas sin pretensiones y transmitir una imagen de líderes conectados a la realidad inmediata.

Saben que la mayoría ciudadana aprecia la llaneza y la cercanía. Desconocen, no obstante, que, en palabras del poeta W.H. Auden, "los rostros privados en lugares públicos son más bellos y sabios que los rostros públicos en lugares privados".

EL QUINQUÉ. LA PROVINCIA-DIARIO LAS PALMAS.

miércoles, 21 de agosto de 2013

"LA EXPERIENCIA DRAMÁTICA", DE SERGIO CHEJFEC

Leí una entrevista a Sergio Chejfec en la que el escritor argentino manifiesta que no le interesa cómo ocurren las cosas, sino cómo se describen. Es en la elaboración de esa descripción en donde dice encontrar la aventura narrativa que le atrae.
Estas declaraciones parecen ajustarse a su modo de concebir la creación literaria. Lo he percibido tanto en Mis dos mundos como en su última novela, La experiencia dramática. Como las he leído de forma continuada, una seguida de la otra, ambas han ocupado mi mente juntando sus aguas. Tal vez porque, dotándose cada una de ellas de un particular rostro narrativo, en última instancia lo que parece importar es lo que se dice en lo que no se dice y lo que se omite mientras se habla. Así camina también la escritura de Sergio Chejfec, en igual medida capaz de hablar como Félix, uno de los dos protagonistas de La experiencia dramática, el cual se desmiente cuanto más asertivo se muestra.
En esta novela Sergio Chéjfec ejerce con maestría el arte de la ambigüedad y la contradicción, de los gestos incompletos e inciertos. Por eso creo que a La experiencia dramática le viene fenomenal la elección de los dos protagonistas, Félix y Rose.
Ambos se citan al menos una vez en semana para conversar en bares o durante interminables caminatas. Como se lee en la contraportada de este libro, “aunque no lo mencionen, luego de cada encuentro Rose y Félix tienen la extraña sensación de haber dicho más de lo que esperaban y menos de lo que querían decir”.
Lo que quieren decir se insinúa antes “tras los pliegues de alusiones, comentarios, sobreentendidos y  suspicacias” con que, según Félix, le gusta a Rose disimular las opiniones. (Continuar leyendo en Revista de Letras)

miércoles, 24 de julio de 2013

LAS EDADES DE LA ROSA



“La rosa” es mucho más que un bar, una cafetería o una terraza. Ubicada en la plazoleta Farray de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, acaba de cumplir sus 30 años. Por eso recientemente, agasajados con generosidad por la propietaria de este local, Rosa Baute, Rosi, y su magnífico equipo, Pedro, Jose, Marcos, Gardel y Servando, pudimos festejar por lo alto el cumpleaños. Durante largas horas que se prolongaron hasta el fondo de la noche, iban y venían innumerables personas de diferentes partes que no quisieron perderse este señalado evento. El costado de la plaza donde se halla la terraza aparecía lleno de gente alegre bebiendo, comiendo y charlando, olvidados de las propias obligaciones.

Celebrábamos, es cierto, 30 años de rosas. Pero también, y sobre todo, asistíamos al homenaje de ese entrañable lugar atemporal de encuentro que tiene todas las edades. Aquellas que con el inexorable transcurso del tiempo nos han venido haciendo hasta hoy. De ahí que “La rosa” esté impregnada de biografías particulares. Es nuestro rostro singular y a vez colectivo, en cuyas marcas un sinfín de memorias ha juntado sus aguas.  (CONTINUAR LEYENDO)

FUENTE:  EL QUINQUÉ. LA PROVINCIA-DIARIO DE LAS PALMAS

viernes, 19 de julio de 2013

MIRARSE DESDE FUERA



Navegar con Google Maps puede resultar una experiencia inquietante, particularmente si el objetivo del viaje es el propio entorno habitual. Se sabe que a través de este tipo de mapas digitales se consigue observar desde arriba y desde los costados. Con la vista se es capaz de abarcar un continente, un país, una ciudad, un barrio, una calle, una plaza.

Google Maps ofrece incluso la posibilidad de enfocar la mirada en una casa concreta, como la propia, y hacer zoom sobre el zaguán o cualquier detalle de la fachada. Qué impresión de extrañeza dar de pronto con la ventana detrás de cuyos cristales estamos sentados justo en ese momento ante la pantalla. Nos puede asaltar la sensación de estar mirándonos a nosotros mismos desde el exterior. Se produce así una especie de desdoblamiento. Nos hallamos dentro y fuera en una existencia paralela.

El desplazamiento en Google Maps por los alrededores de nuestra vivienda parece que también  produce un efecto sorprendente. Reconocemos todos los pormenores que enfoca nuestro ojo. El entorno se presenta igual de familiar que en los momentos en que transitamos las calles de siempre. Sin embargo, este se muestra inmóvil, como si el fin del mundo hubiese llegado de repente y la realidad hubiera quedado interrumpida en su último instante de existencia. Los vehículos en plena circulación detenidos irremisiblemente y la gente convertida en estatuas exhibiendo su último gesto dan testimonio de la suspensión de la vida. Es entonces cuando, viajando con Google Maps, uno puede sentirse un muerto que mira un mundo que ya ha dejado de pertenecerle. O creerse el único superviviente de una realidad de espectros.

Cabe igualmente lanzarse a la calle, tal y como hace Félix, uno de los protagonistas de La experiencia dramática, novela de Sergio Chejfec que ha inspirado estas letras. Adicto a los mapas digitales, mientras navega por la superficie de la ciudad percibe los objetos físicos “como si no fueran más que una réplica espacial medio adormecida de aquello señalado por los mapas, y encontraran su justificación en esa existencia complementaria.”

lunes, 8 de julio de 2013

´SALIENDO DE LA ESTACIÓN DE ATOCHA´, DE BEN LERNER (PERSIGUIENDO EL ECO VILAMATIANO)


Preguntar de qué trata Saliendo de la estación de Atocha, primera novela del poeta Ben Lerner (Kansas, 1979), me parece un fatal comienzo que no lleva a ninguna parte. Por fortuna, lo destacable en ella  no son historias que se cuenten extraídas de una realidad ya suficientemente conocida como para seguirla reproduciendo con fidelidad. Eso queda en manos de los acérrimos novelistas realistas, a los cuales se les podría destinar aquellas palabras de Goethe que dicen que si uno pinta a su perro tal cual es, naturalmente tendrá dos perros, pero no una obra de arte.
Si bien el escenario de esta novela es principalmente Madrid, aunque también otras ciudades de la geografía española, el ámbito que transita Ben Lerner es antes el revés de la realidad. En este sentido, su escritura camina en la misma dirección que la de Enrique Vila-Matas, escritor que ha recomendado Saliendo de la estación de Atocha en su web. Con estilos narrativos propios, sus particulares voces parecen compartir lo que Vila-Matas denomina la vía Finnegans en su libro Chet Baker piensa en su arte (Debolsillo, 2011). Una perspectiva que entronca con la literatura que, más cerca del corazón de las cosas, prefiere desplegar el arte de lo negativo. Con otras palabras, desarrollar la capacidad de introducirse en el núcleo incomunicable de nuestro interior. En expresión de Vila-Matas, adentrarse en “el núcleo duro de lo esencial, la nebulosa del ser verdadero, la bruma de la identidad profunda que es siempre extraña y extranjera”. (CONTINUAR LEYENDO EN REVISTA DE LETRAS)


lunes, 1 de julio de 2013

ABANDONAR LA ESCRITURA



También los escritores están hechos de carne mortal. No parece, por tanto, extraño que, llegado el momento, por cuestión de avance de edad dejen de escribir.
Todos sabemos que con el transcurso del tiempo las personas no podemos seguir haciendo las mismas cosas que antes. Por lo general el cuerpo es sabio y tampoco nos apetece en muchas ocasiones llevar el mismo tipo de vida que cuando éramos jóvenes. ¿Por qué en el caso de los escritores ha de ser diferente?


Hay escritores que escriben hasta el final de sus días y también los hay que detienen la escritura cuando, ya mayores, no quieren o no pueden seguir escribiendo. ¿Qué hay de especial en el retiro como para que los medios se hagan eco de ello? Lo que queda es la obra literaria que seguirá viva, en sus múltiples e inacabables lecturas, si lo merece. Libros a los que no influye esa cosa llamada tiempo, fuerza invulnerable que nos afecta a los seres mortales.


En los últimos tiempos se ha dado cuenta públicamente de la renuncia de determinados escritores a seguir escribiendo. Entre otros, Sergio Pitol,  Philip Roth, Imre Kertèsz, y días atrás, Alice Munro.
Al margen de los motivos de cada cual, todos ellos superan los 80 años. Una realidad que no requiere de excusas para proclamar que ya basta. Así lo ha expresado la repetida candidata al Premio Nobel Alice Munro: “Hasta acá.” Y ha añadido: “No es que no ame escribir, pero llega un momento en que tu modo de pensar la vida es distinto. Y quizás cuando tenés mi edad, ya no querés estar sola como debe estarlo un escritor.”


Hay, por lo demás, escritores y escritores. Unos pasean su ego por el mundo a lo largo de su travesía vital y lo engordan cuando llega el momento de su retiro. Otros, en cambio, se distancian de cualquier modalidad de vanidad en la hora de su desapego. Reconocen que envejecer es ley de vida. Saben que no solo ellos abandonan la escritura, sino que también esta los abandona a ellos.



FUENTE: EL QUINQUÉ. LA PROVINCIA-DIARIO DE LAS PALMAS.



domingo, 23 de junio de 2013

FUMAR LA VIDA



Se dice que es fácil dejar de lado el cigarrillo. Lo difícil es mantenerse después sin fumar. No parece que el motivo sea solo un problema de adicción física. De esta, según los expertos, se desprende el cuerpo a los pocos días. Lo terrible es la dependencia psicológica, se afirma, cuestión que comparto pero considero insuficiente para explicar el apego de los fumadores al tabaco. 

Me atrevo a decir que dejar de fumar implica tener que variar hábitos importantes. Cambiar parte de nuestro modo de vida. De ahí que cuando tomamos la decisión y abandonamos el cigarrillo, se paralice nuestra existencia. O al menos interiormente nos sintamos bloqueados. También irritables y angustiados. Cómo seguir llevando la misma vida sin ese compañero tan fiel con el que hemos compartido todo, absolutamente todo, incluso en el váter. De él no hemos recibido quejas ni tampoco nos ha impuesto exigencias.

Viene todo esto a cuento, entre otros motivos, porque he leído al respecto un pasaje, no exento de ironía, de Saliendo de la estación de Atocha, novela de Ben Lerner. Porque me parece clarificador, quisiera compartirlo. 

Cuenta el protagonista, un aspirante a poeta, que para él el cigarrillo “era una tecnología indispensable, un sustituto del habla en situaciones sociales, un modo de ocupar la boca y las manos cuando estaba solo, una técnica de respiración profunda que convertía en material la exhalación, un modo de medir o de pasar el rato." Continúa diciendo: 

"Era una motivación y una transición prefabricadas, un modo de acercarme a o de alejarme de un grupo de gente o tema, de entrar o salir de una habitación, de unir o puntuar una frase. Lo más difícil de dejarlo era perder la función narrativa; sería como quitar los teléfonos o los periódicos de las películas de la época dorada de Hollywood; no quedaría nexo posible entre las escenas, ningún modo de hacer circular la información o salvar las distancias”.

El cigarro es un amigo, un motivo, un pretexto, una plataforma, un encubridor de insatisfacciones, un paréntesis.  Todo eso y más, pero también, ay, un puente hacia la muerte.

jueves, 13 de junio de 2013

EL ARTE DE LO NEGATIVO



A veces la vida está por debajo de la vida, proclama uno de los personajes de la obra de Enrique Vila-Matas. Me acuerdo ahora de esta cita después de asaltarme de pronto la idea de que en la actualidad, con sobreabundancia de publicaciones, la literatura suele estar por debajo de la vida. Es este el motivo principal que me lleva a abstenerme de leer novelas que se limitan a contar correctamente historias trilladas. 
Cuán cansina me parece la lectura de un libro incapaz de lograr que ocurran cosas más allá de lo que se dice. Me aburren las novelas a las que no atraviesa la posibilidad, o si lo que dicen no resuena simultáneamente a varios niveles potenciales.
Escribo lo anterior una vez que he terminado de leer Saliendo de la estación de Atocha, novela del joven escritor Ben Lerner recomendada por Vila-Matas. El protagonista, un aspirante a poeta, concibe la hondura de la creación literaria como "un efecto sentido de su incomunicabilidad". De ahí que manifieste con insistencia que sus poemas no tratan de nada. Es una afirmación que camina en la misma dirección que la escritura de Vila-Matas, entendida como un tapiz que se dispara en muchas direcciones. Un viaje al fin de la noche.
La trama puede tener mayor o menor presencia, pero se vuelve un motivo para contar otras cosas. Es lo que interpreto cuando leo sobre la vía Finnegans con rostro Hire, propuesta de Vila-Matas en Chet Baker piensa en su arte. Esta entronca con la literatura que, más cerca del corazón de las cosas, prefiere desplegar el arte de lo negativo. Según Vila-Matas, adentrarse en el incomunicable "núcleo duro de lo esencial, la nebulosa del ser verdadero, la bruma de la identidad profunda que es siempre extraña y extranjera."
Esta es la literatura con la que me identifico. Me permite conectar con "la máquina blanca de la vida", expresión que leo en la novela de Ben Berner donde las referencias se escapan vilamatianamente para ofrecer nuevos sentidos. Es cuando entonces celebro que la literatura no esté por debajo de la vida. Tampoco por debajo de sí misma.

FUENTE: EL QUINQUÉ. LA PROVINCIA-DIARIO DE LAS PALMAS

lunes, 3 de junio de 2013

LA PRECISIÓN DE LA PALABRA: “LA TRANSMIGRACIÓN DE LOS CUERPOS”, DE YURI HERRERA


Es cierto que casi siempre las novelas son demasiado largas, tal y como afirmaba Jules Renard. En el caso de La transmigración de los cuerpos, del escritor mexicano Yuri Herrera (Actopan, 1970), ocurre todo lo contrario. En esta novela parece medirse cada una de las palabras. No solamente su lenguaje es de una precisión encomiable, sino parece hablar con una voz venida de otra parte. Con esta expresión en cursiva aludo de forma intencionada al título de un libro de Maurice Blanchot, porque La transmigración de los cuerpos, en la medida en que me sumergía en su lectura, me iba transportando a unas palabras de Blanchot sobre ese lenguaje que “no toma apoyo en algo que ya existe, ni sobre una verdad vigente, ni sobre el mero lenguaje ya dicho o verificado”.
La lengua de Yuri Herrera en esta novela se me aparece como un comienzo. Un nuevo empezar a dar nombre a una realidad que solo conocemos mediatizada por un lenguaje tan totalitario como trillado. Esa realidad textualizada que en el ámbito particularmente periodístico denunciara en su momento Karl Kraus.  
                                                      

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jueves, 30 de mayo de 2013

FERIA DEL LIBRO



Hoy comienza la Feria del Libro de Las Palmas de Gran Canaria. De acuerdo al lema de esta edición, Leer para crecer, aquí va mi propuesta de lectura de un libro. Es una novela de Yuri Herrera (Actopan, 1970) titulada La transmigración de los cuerpos y publicada en la editorial Periférica.
Este escritor mexicano, además de manejar un lenguaje de una originalidad inusitada, domina el arte de la precisión de la palabra. ¿De qué trata esta novela? Contiene una trama que habrán de conocer por su cuenta los lectores. Apuntar ahora solamente que el escenario es una epidemia que paraliza una localidad.
Imaginen por un momento los lectores que una epidemia de origen desconocido azota de la noche a la mañana nuestra ciudad, tal y como sucede en este libro. ¿Cuál sería nuestra reacción, obligados a un encierro involuntario para evitar un contagio? ¿Cómo reaccionaríamos si los gobernantes se limitaran a intentar amansar a la gente sin ofrecer información alguna sobre la situación?
Una epidemia despiadada puede sacarnos lo mejor de nosotros mismos, pero por lo general suscita violencia, saqueo, envidia, venganza, egoísmo y muerte. Como dice el narrador de esta novela: "No sabemos qué tanto nos odiamos hasta que tenemos que aguantarnos unos a otros en un cuarto bajo llave". En otro pasaje proclama: "La gente toda es como estrellas muertas: lo que nos llega de ellas es distinto de la cosa, que ya ha desaparecido o ya ha cambiado, así sea un segundo después de la emisión de luz o de la mala obra".
No es lo mismo lidiar con los imprevistos, los cuales tienen límites, que un escenario de epidemia inesperada con el consiguiente aislamiento y el vacío total de las calles. Por eso el narrador de la novela manifiesta: "Esto era como si hubiera dormido en un elevador y al despertarse las puertas estuvieran abiertas en un piso que no sabía que existía".
A partir de ahí se revela lo más oscuro de nuestros fantasmas. En la novela, de igual forma que podría darse en la realidad.

FUENTE: EL QUINQUÉ. LA PROVINCIA-DIARIO DE LAS PALMAS

viernes, 17 de mayo de 2013

DARSE UN BAÑO DE TUMBA



Cuando leí días atrás sobre la concesión del premio Príncipe de Asturias de las Artes 2013 a Michael Haneke, me vinieron a la mente unas declaraciones suyas que hizo recientemente a los medios. Se lamentaba de las críticas que consideran “muy dura” a Amor, su última película. Dijo haber escuchado que mucha gente no recomienda Amor a otros porque piensa que no soportarían su crudeza.

Ahora se ha premiado a Haneke justamente por eso a lo que el mal llamado sentido común le suele dar la espalda. El jurado ha resaltado su maestría para iluminar y diseccionar aspectos sombríos del ser humano y de la existencia, tales como la opresión, la violencia y la enfermedad. Se le reconoce su arte de abordar los fantasmas interiores y conseguir provocar al espectador y llevarlo a enfrentarse a los propios demonios.

Cuando supe que le otorgaron el Premio a Haneke también me acordé de otras declaraciones recientes de Enrique Vila-Matas en “Pienso, luego existo”, programa del canal 2 de la televisión española. Defendía este escritor la búsqueda de lo oculto y la presentación de la verdad desnuda sin paliativos. Aquello que no querríamos oír, aun sabiéndolo, porque no nos gusta. 

Esta idea me remitió a unos versos de Pablo Neruda de su poema No tan alto que invitan a darse de cuando en cuando un baño de tumba. A ellos alude Jordi Soler en un artículo, recién publicado en El País, sobre el reverso de la crisis. En él habla, en última instancia, del lado luminoso que habita en la actual situación de oscuridad. Un infierno, pienso ahora rememorando a Italo Calvino, escritor que propuso dos maneras de no sufrirlo. Una, aceptándolo y volviéndose parte de él hasta el punto de dejar de verlo. La segunda, su apuesta, buscar y saber quién y qué, en medio del infierno, no es infierno y hacer que dure y dejarle espacio. Para ello se requiere saber detectar, en la medida de lo posible, los aspectos sombríos de la realidad y de nosotros mismos, cuestión que me devuelve a Michael Haneke.


domingo, 12 de mayo de 2013

EL ÉXITO LITERARIO




Hay mucha gente que escribe y se enfada cuando escucha decir que la literatura camina a la deriva. Una mayoría suele afirmar que la literatura está más viva que nunca. No es esta una polémica nueva, aunque en la actualidad, ya más instalados en la era digital, resurge con más fuerza. También van viendo la luz libros que abordan literariamente este tema. Entre otros, la novela Magma de Lars Iyer, publicada recientemente en la editorial Pálido Fuego. Los protagonistas son un dúo cómico, dos escritores que se saben fracasados y que, no obstante, se autopromocionan. En última instancia denuncian, con gran sentido del humor, el actual panorama literario y la mercantilización y banalización de la literatura.  

Ya en otro texto escribió Lars Iyer con cierta ironía: “Decir que la Literatura ha muerto es a la vez empíricamente falso e intuitivamente cierto”.  

viernes, 10 de mayo de 2013

SOBRE EL TIEMPO Y LA MEMORIA


El tiempo, única fuerza realmente invulnerable, capaz de afectar sin ser afectadasAlan Pauls
Vivimos con suposiciones muy fáciles, ¿no? Por ejemplo, que la memoria es igual a sucesos más tiempoJulian Barnes
Lo importante es que de todo quede siempre algo, pues por minúscula que sea la llama que reste tal vez alguien pueda recogerla para encontrar otra cosa.Enrique Vila-Matas
“La persistencia de la memoria” (Salvador Dalí, 1931) Wikipaintings
“La persistencia de la memoria” (Salvador Dalí, 1931) Wikipaintings
Es cierto que Madame Memoria es una gran y sutil fingidora, tal y como proclama Alexander Clave, el narrador de Antigua luz, novela de John Banville. Imágenes del pasado remoto se agolpan en su cabeza, viéndose incapaz de distinguir si son recuerdos o invenciones.
Ya está instalado en la sesentena, lleva casado muchísimos años y rememora por escrito una aventura o relación sentimental que tuvo a sus quince años con la señora Celia Gray cuando esta tenía treinta y cinco. Ella era la madre de su mejor amigo y la relación entre ambos duró casi cinco largos meses.
Mira hacia atrás y es consciente de que está inventando incluso los más mínimos detalles. En un momento determinado hace una pausa y cuenta un sueño que tuvo la noche anterior. Habla de este como si se estuviera refiriendo a la manera de obrar de la memoria:
No creo que retengamos detalles, y si lo hacemos los corregimos, censuramos y adornamos hasta tal punto que constituyen algo totalmente nuevo, el sueño de un sueño, en el que el original queda transfigurado, al igual que el sueño transfigura la experiencia de estar despierto.
También las estaciones se confunden en su memoria a lo largo de la novela, apareciendo a modo de recuerdos inventados.
Es curioso, pero aquel día veo nuestros bolsillos llenos de avellanas que habíamos recogido en el bosque, y el suelo que nos rodeaba estaba cubierto del oro batido de las hojas caídas, aunque era abril, tenía que ser abril, las hojas verdes y todavía en los árboles, y las avellanas aún sin formar. Y por mucho que lo intento, sin embargo, no veo ninguna primavera, sino el otoño.
Aire de DylanAnte esta cita cabría formularse la pregunta que hace Enrique Vila-Matas en Aire de Dylan:
¿Qué está inventando su imaginación que se presenta como memoria?
O afirmar, como se hace en otro pasaje de esta novela:
Donde no llega su memoria llega su imaginación.
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lunes, 29 de abril de 2013

´DECIR NOCHE´ EN TELDE


                       Nota de La Provincia/Diario Las Palmas. 27 de abril 2013.

domingo, 28 de abril de 2013

´NIÑA´, DE ENRIQUE VILA-MATAS, POR ALEJANDRA MOGLIA

                                          Imagen realizada por Alejandra Moglia

ALEJANDRA MOGLIA, cuyo blog LA MEMORIA Y EL SOL fue galardonado con el PREMIO NACIONAL Y LATINOAMERICANO DE LIJ "LA HORMIGUITA VIAJERA" 2012, escribe sobre NIÑA de ENRIQUE VILA-MATAS.    


Niña, de Enrique Vila-Matas – Ed. Alfaguara

“Los cuentos tienen su lugar junto a los juegos”
Gustavo Roldán, en: El lugar de los cuentos (1)

Niña” de Enrique Vila-Matas con ilustraciones de Anuska Allepuz ha sido editado por Alfaguaraen la colección “Mi primer” dirigida por Arturo Pérez-Reverte.
El relato nos cuenta la historia de Anita, una pequeña a quien su hermano llama Niña. Como a todos los chicos a Niña le encanta  jugar y viajar libremente inventando otros mundos acompañada de un hermano imaginario mientras sus padres y su hermano real leen muy serios los diarios repletos de letras que ella no comprende porque todavía no ha aprendido el alfabeto.
En una oportunidad, Enrique Vila-Matas dijo que
Aunque a veces la enterramos, la infancia es la era de nuestra genialidad. Las primeras imágenes o recuerdos primeros de nuestras vidas constituyen en realidad un secreto capital férreo del espíritu. Bruno Schulz decía que esas imágenes le señalan al artista los límites de su capacidad creativa; todo el resto de su vida consiste en explorarlas, interpretarlas e intentar dominarlas. (2)
CONTINUAR LEYENDO EN "LA MEMORIA Y EL SOL"  

sábado, 27 de abril de 2013

´DECIR NOCHE´ EN EL CÍRCULO CULTURAL DE TELDE




Presentadora del acto:  Saro Hernández González
Coordinador de la presentación: Rubén Benítez Florido

Decir noche, publicado en la editorial Eutelequia.
Contraportada de Rebeca García Nieto.




LEER AQUÍ TODO EL TEXTO DE JESÚS RUÍZ MESA

El Círculo Cultural acoge la presentación del libro 'Decir noche, de Elisa Rodríguez Court

Combina ficción, poesía, ensayo y metaliteratura
TELDEACTUALIDAD
Telde.- Elisa Rodríguez Court presentó este viernes su libro Decir noche, una obra que traspasa las fronteras de los géneros literarios combinando ficción, poesía, ensayo y metaliteratura.
El acto tuvo lugar en la nueva sede del Círculo Cultural de Telde, en la calle de El Roque nº 119. La presentación corrió a cargo de Saro Hernández, mientras que Rubén Benítez fue el encargado de la coordinación. Asistieron unas 20  personas.
El Círculo Cultural celebra su primer acto en su nueva sede del Molino del Conde


















Más sobre la presentación: en  TELDENOTICIAS.COM
                               NOCHEYDÍAGRANCANARIA.NET
                                                                                    UNA NOCHE EN PRAGA
                                                                                         TRAYECTOS CIEGOS
                                                                                            LA CASA DE MI TÍA
                                                                                       LA CASA DE MI TÍA (2)
                                                                                         TELDECULTURA:ORG