martes, 18 de septiembre de 2018

CITAS ININTELIGIBLES

                                             

El escritor Alberto Savinio comienza su libro Maupassant y el otro con una frase sorprendente: “Maupassant, un verdadero romano.” Supe, nada más leerla, que formaría parte de las citas ininteligibles que no mueren en mí después de acabar la lectura de los libros donde las descubro. Siento una extraña atracción por frases enigmáticas e incomprensibles. Aparecen ante mis ojos como portadoras de un lenguaje cifrado, en cuyo misterio se encierra un conjunto de sentidos potenciales. Su naturaleza ambigua se vuelve un incentivo para seguir rumiando posibles significados a la espera de cristalizarse. Nada importa que no lleguen a significar algo en concreto. Estimulan la reflexión y hacen que la mente se mantenga en movimiento, despierta.

Aquello que no se comprende, me digo, deja huella y abre un fabuloso mundo de posibilidades. Al fin y al cabo, entender es una manera de encorsetar la realidad, de someterla a los esquemas predeterminados de la limitada percepción humana.
La frase del libro de Alberto Savinio es un epígrafe perteneciente a Ecce homo, de Nietzsche. Deja todavía más perplejos a los lectores porque, como escribe Savinio, los epígrafes se ponen a la cabeza de escritos para esclarecer de forma escueta su contenido. Considera, sin embargo, que el epígrafe de Nietzsche ilumina tanto mejor la figura de Maupassant cuanto que no se comprende lo que quiere decir. Esa absurda definición que llama “romano” a Maupassant, añade, suscita un mayor interés hacia este que una definición exacta o menos superficial.

Quizá Nietzsche no quiso decir nada en particular, apunta, y pregunta con una buena dosis de ironía: “¿Me entenderá el lector si  digo que cuanto más se dice es no diciendo nada?” No en vano el epígrafe de Nietzsche quedó para siempre grabado en su memoria desde que leyó Ecce homo, treinta y cinco años atrás, y a partir de entonces le fue imposible pensar en Maupassant sin pensar al mismo tiempo: “un verdadero romano.”


FUENTE: EL QUINQUÉ. LA PROVINCIA-DIARIO DE LAS PALMAS.



sábado, 1 de septiembre de 2018

BUSCADORES DE FORMAS


El oficio de los escritores guarda tal vez alguna semejanza con el trabajo de los topógrafos. Cómo negar ciertas similitudes entre la actividad de aquellos, ante la pantalla en blanco, y la de estos profesionales que, entregándose a la exploración de las peculiaridades que presenta un terreno, lo delinean y describen. O quizás quiera yo ahora representarme así el quehacer literario, inspirada por la imagen del topógrafo que protagoniza Lento regreso, novela de Peter Handke. Aislado del mundo y sin apenas contacto con la gente, se convierte en un afanado buscador de formas en un extenso lugar de naturaleza salvaje. 

Examina el espacio durante meses y las formas que descubre se aparecen ante sus ojos como realidades simultáneas. Le sorprende la particularidad de todo lo que ve o imagina. Se maravilla de las cualidades únicas de cada acontecimiento en ese campo ilimitado donde las cosas se presentan de manera sincrónica en su mente y donde se borra el paso del tiempo.

Cuestiona entonces sus técnicas para aprehender y describir el paisaje. También sus métodos de representación del tiempo y de los espacios. Llega incluso a sentir vértigo por tener que pensar la historia de los movimientos y las formaciones del globo terráqueo en una lengua creada a partir de la historia de la humanidad. Esboza, en el fondo, un conjunto de interrogantes que podrían trasladarse, creo, al ámbito de la creación literaria. O tal vez se trate de un trasvase cuya necesidad responde solo a mi cansancio de cierta literatura tan en boga, sustentada en la lógica unidireccional de los acontecimientos temporales.

¿Por qué no tender a una narrativa capaz de contar sucesos espaciales múltiples como se evocan en un cuadro? Ver una realidad indefinida en la que concurren acontecimientos, en lugar de concebir una sucesión de hechos enlazados mediante relaciones de causas y efectos. Puede que ese modo de proceder acerque más la literatura al arte que prescinde de la palabra y busca formas sin establecer entre ellas una unidad artificial.



FUENTE: EL QUINQUÉ. LA PROVINCIA-DIARIO DE LAS PALMAS.