viernes, 31 de enero de 2014

JUAN GELMAN ERES TÚ

           
                                             

Muere Juan Gelman y su figura se nos aparece como en ese sueño del que habla Fogwill en su libro La gran ventana de los sueños. Sobre todo, a quienes nos hemos sentido acompañados por él desde nuestra primera juventud. Escribe Fogwill: “Había una vez que yo soñé algo y lo olvidé. Ese sueño y sus no imágenes me siguen hasta hoy, cuando han pasado casi treinta y nueve años. A eso se llama vivir, o haber vivido, pendiente de un olvido.” Difícil negar entonces que la memoria está llena de olvido. Cosas negras, como las llama Fogwill, de las que se compone la memoria y en cuya oscuridad se agazapan las huellas que forman parte del presente. 

¿Acaso la vida no se concibe como un palimpsesto, vocablo que en griego significa “grabado de nuevo”?  Vista así, la presencia de Juan Gelman parece sostenerse en el tiempo como se conservan en la misma superficie de ese manuscrito, el palimpsesto, los rastros de una escritura anterior. El hecho de que esta quede borrada, como un sueño olvidado, subraya aún con mayor intensidad su permanencia.
No importa si le hemos seguido o no la pista a su trayectoria poética, Juan Gelman es para muchos una referencia importante en la vida. Él es la poesía, con sus excelentes poemas y otros quizás menos buenos, pero su figura trasciende el ámbito de lo estrictamente poético. Mueren buenos poetas y nos consolamos con su poesía. Muere Juan Gelman y no solo permanecen sus poemas. Queda también el bagaje de nuestra experiencia, mediatizada por este hombre de carne y hueso que mostró siempre el coraje de sus buenos sentimientos.
Desafiante de la tiranía e injusticia y sacudidor de las conciencias, Juan Gelman se lleva en su partida definitiva una parte nuestra. Tal vez por eso su muerte sacuda tanto las entrañas dolientes de los vivos. A eso se llama, volviendo al sueño de Fogwill, vivir, pendiente de un olvido. Un olvido pendiente, ay, mientras dure nuestra común temporal eternidad en la tierra.  



Fuente: EL QUINQUÉ. LA PROVINCIA / DIARIO LAS PALMAS



   

viernes, 24 de enero de 2014

SOBRE ´COMBATES`Y ´CEREMONIAS´, DE EDNODIO QUINTERO



Cuando murió mi hermana la enterramos junto con sus muñecas para que le hicieran compañía. Transcurridos noventa años de aquel triste suceso, he llegado a convencerme que las muertas fueron las muñecas, y enterramos también a mi hermanita para que les hiciera compañía.

                                      Ednodio Quintero. “Muñecas”. Ceremonias.



De pronto recordé una fantasía de Coleridge. Alguien sueña que cruza el paraíso y le dan como prueba una flor. Al despertarse, ahí está la flor.

                                     Jorge Luis Borges. El otro.



Ceremonias es el título del segundo volumen que completa la narrativa breve del excelente escritor venezolano Ednodio Quintero. Reúne una selección personal y exhaustiva de sus primeros libros de cuentos. Antes vio la luz Combates, que recoge sus cuentos de madurez. La editorial Candaya ha publicado ambos volúmenes, en consonancia con su esmerada labor por dar a conocer el universo ficcional propio y sublime de Ednodio Quintero.


Produce asombro la amplia variedad de modalidades narrativas que maneja este escritor en los dos libros. Los cuentos, unos cortísimos y otros más o menos largos, transcurren en distintas atmósferas y en tonos diferentes. Todos ellos, sin embargo, constituyen una unidad coherente y consistente que da cuenta de la voz peculiar de Ednodio Quintero. Voz de alma que deja hablar a los personajes desde las interioridades del ser a través de la conciencia. O, como algunos críticos han escrito, del “teatro de la conciencia”, ahí donde la subjetividad dialoga con sus espectros.


Comparto la visión de quienes definen los cuentos de Ednodio Quintero como “narrativa de ecos, reflejos y circularidades múltiples”. Una auténtica poética del vértigo, ingeniosa, impactante y de ironía fina, impregnada de zoología fantástica y otros simbolismos.
Sorprende su ritmo vertiginoso y su sensualidad, el rescate de los esencial omitiendo lo anecdótico, la yuxtaposición de lo real, ficcional y onírico en un registro más propio de los sueños. También su inmersión en la naturaliza con cierta fragancia de Rulfo, sus conexiones con la narrativa, entre otros, de Kafka, Cortázar, Borges, Vila-Matas y de escritores japoneses como Kawabata y Kawakami.
                                                                                    




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viernes, 10 de enero de 2014

CEREMONIAS, DE EDNODIO QUINTERO


           Caballito salvaje, pero manso, del páramo de Trujillo. Foto cedida por Ednodio Quintero.


Una niñita muere y la entierran junto con sus muñecas para que le hagan compañía. Al cabo de noventa años, su hermano está convencido de que las muertas fueron las muñecas y enterraron también a la hermanita para que les hiciera compañía. Este es, en resumen, uno de los microrrelatos que abre Ceremonias, el segundo volumen que completa la narrativa breve del excelente escritor venezolano Ednodio Quintero. Reúne una selección exhaustiva de sus primeros libros de cuentos. Antes vio la luz Combates, libro que recoge sus cuentos de madurez. La editorial Candaya ha publicado ambos volúmenes, en consonancia con su esmerada labor por dar a conocer el universo ficcional propio y sublime de Ednodio Quintero.

Vuelvo atrás, a las muertitas: la niña y las muñecas. ¿De qué lado está la lógica?, me pregunto. La respuesta surge de los cuentos de Ednodio Quintero, que escritores reconocidos han definido como “narrativa de ecos, reflejos y circularidades múltiples”. Una auténtica poética del vértigo, ingeniosa, impactante y de ironía fina, impregnada de zoología fantástica y otros simbolismos.

Sorprende su ritmo vertiginoso y su sensualidad, la yuxtaposición de lo real, ficcional y onírico, y el rescate de lo esencial. También su inmersión en la naturaliza con cierta fragancia de Rulfo, sus conexiones con la narrativa, entre otros, de Kafka, Cortázar, Borges, Vila-Matas y de escritores japoneses como Kawabata y Kawakami. Con acertados giros inesperados, los desenlaces de los cuentos cuestionan la ilusoria secuencia de los hechos.

Desafiando el sentido común y las narraciones confortables, Ednodio Quintero nos sumerge en otros mundos posibles. Mientras, deja que la conciencia hable. Lo logra a través de los protagonistas de sus cuentos, capaces de contemplarse como sujetos que sueñan y a la vez, con todas las escisiones que se derivan de ello, como objetos soñados. Cuando no, se ven de espaldas a sí mismos, un modo de desposeerse y vaciarse para explorar en su revés y en el reverso del mundo. Lejos, muy lejos del ensordecedor ruido de fondo que todo lo encubre. 

                                                           
Elisa Rodríguez Court



Ednodio Quintero, Ceremonias, Editorial Candaya. Barcelona, 2013.-