viernes, 11 de abril de 2014

KASSEL NO INVITA A LA LÓGICA. COLAPSO Y RECUPERACIÓN.


Escribe Enrique Vila-Matas en Kassel no invita a la lógica que a veces le parece divertido sentirse dentro de las novelas de otros. Es la misma diversión que experimentamos los lectores mientras leemos esta novela suya que transcurre en el espacio de la Documenta 13. Con entusiasmo recorremos las páginas del libro, dejándonos llevar de la mano del narrador en sus paseos erráticos por la mítica feria antimercantil de arte contemporáneo celebrada en Kassel.
Enrique Vila-Matas fue invitado a Documenta 13 con el cometido de convertirse en instalación artística viviente y sentarse a escribir cada mañana a la vista del público en un restaurante chino de las afueras. Su estancia en Kassel duró varios días, ofreciendo también una conferencia que llevaba el siguiente título de corte tan vilamatiano: Conferencia sin nadie. Su actividad principal consistió, sin embargo, en un fabuloso viaje andado hacia lo desconocido y más allá, ahí donde hablan los conceptos y las potencias invisibles del arte en sí.
Seix-Barral
Seix-Barral
Sobre su experiencia, llevada a la ficción, en la Documenta 13 trataKassel no invita a la lógica. Por eso no parece extraño que el protagonista de esta novela sea un paseante en continuo vagabundeo perplejo, que se deja sorprender por las maravillas entre las que se abre paso. Desdoblado de forma sucesiva y simultánea en diferentes personajes, se mueve de espaldas a las visiones trilladas sobre el arte. Frente al arte discursivo o plúmbeo sobre algo, mira de lleno a la cara del arte en sí y su alegre y feliz complejidad. Parece como si el paseante de Kassel realizara en el terreno, avanzando en sus reflexiones, lo que Vila-Matas ya escribiera en su texto de ficción crítica que da título a su libro Chet Baker piensa en su arte. Ideas que son aplicables a la literatura y al arte en general y que se relacionan con esa gran divergencia, señalada por Vila-Matas, entre una confortable narración y la realidad brutal del mundo.
De igual forma que este escritor apuesta por una literatura más próxima a la realidad bárbara, muda, sin significado, de las cosas, también busca el arte en sí. Ir al encuentro de la cosa y no de lo que se dice sobre la cosa. En este sentido no parece casual que a lo largo de Kassel no invita a la lógica se repita en varias ocasiones con cierta ironía fina la frase: “El arte hace, y ahí te las compongas”. Es esta, tal vez, una invitación a mirar de otro modo, ajeno a los prejuicios y a todo aquello que pone una camisa de fuerza al pensamiento. Quizás apunte a una manera distinta de ver que entronca con el ideal filosófico de Wittgenstein, del cual escribe Vila-Matas en un pasaje de esta novela que fue
“la búsqueda de lucidez liberadora, de apertura de la conciencia y del mundo; no quería ofrecer verdad, sino veracidad, ejemplos y no razonamientos, motivos y no causas, fragmentos y no sistemas.”
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