«En Lisboa ya estuvimos allí antes de estar jamás» , publicado en EL VIENTO LIGERO EN PARMA, de Enrique Vila-Matas.
Aquí un pasaje del texto sobre esa “ciudad azul de alegres nostalgias inventadas”:
A Lisboa hay que verla en el tiempo exacto de un sollozo. Verla toda entera con la primera luz del amanecer, por ejemplo. O verla bien completa con el último reflejo del sol sobre la Rua de Prata. Y después llorar. Porque uno, aunque sea la primera vez que la ve, tiene la impresión de haber vivido antes allí todo tipo de amores truncados, desenlaces violentos, ilusiones perdidas y suicidios ejemplares. Caminas por primera vez por las calles de Lisboa, y, como le ocurriera al poeta Valente, sientes en cada esquina la memoria difusa de haberla ya doblado. ¿Cuándo? No sabemos. Pero ya habíamos estado aquí antes de haber venido nunca.
Enrique Vila-Matas