sábado, 26 de marzo de 2016

RAFAEL NÚÑEZ. IN MEMORIAM.



                                                             OSCURANTISMO

                                                              RAFAEL NÚÑEZ


Hay quien se mueve en los espacios crípticos del aislamiento cicatero, al que pretenden dar trascendencia consustancial con la perpetuación del nombre, la imagen y la inmortalidad. No se dan cuenta que más vale un fotón de luz capaz de devolver mínimos de alegría, de vida, de milagros a quien por más alta instancia cifra en la naturalidad el mayor de los privilegios.

A esos, habitantes a perpetuidad de la mazmorra, copartícipes de la fauna del dragón, habría que someterles a un proceso de reeducación, intenso, despiadado, por medio del cual las terminologías ufanas, pedantes, obsoletas, cagonas, quedarán reducidas al polvo espurio de las mentiras. Se trata de romper definitivamente con las categorías éticas de la cita por la cita, del discurso de la grandilocuencia y le mención reiterada de los tópicos comunes.

Ya es hora de transformar la aldea global en bosque ingente, pletórico no tanto de conceptos como de flores. Una tierra para el encuentro más allá de todo lo tétrico, lo mezquino y lo ridículo. Posiblemente una sonrisa, una canción, una caricia consigan romper el maleficio de todos los crípticos, de todos los dragones, de todos los celosos gorriones de la mazmorra, cuya única luz no sea otra que la preservación de la oscuridad.
Por eso importa tanto la bondad que lleva el espíritu por derroteros de franca alegría. Tal vez, más allá de esa actitud ya no haya camino para la esperanza. De todo lo cual seremos únicos responsables, al margen del humo tóxico que a tantos y tantos envenena.



(Última columna que escribió en el periódico El Día, publicada la mañana de su entierro, el 27.03. 1999)