Imaginemos
una gran fiesta loca de fin de año, en medio de la consabida atmósfera
estridente y delirante. ¿Acaso no es el marco perfecto para vivir en directo
esa ausencia de fronteras entre espejismo y realidad? Si, además, uno de sus
participantes, un ser anónimo, desubicado y letraherido, escribe un
texto literario sobre esa fiesta, tiene la oportunidad de poner al descubierto
la falsa disyuntiva entre ficción y realidad. Es lo que hace el narrador de Mar
de Irlanda en el primer relato que abre este magnífico libro de Carlos
Maleno (Almería, 1977), publicado por Sloper.
Parece como si la narración de esa gran fiesta anunciara los procedimientos
literarios trasgresores de los que se vale el autor para escribir Mar de Irlanda.
A través de relatos interconectados, sustentados en una escritura surrealista y
ágil, se adentra Carlos Maleno con gran sentido del humor en temas como el de
la memoria, el doble, el amor, la muerte…
La elección del tipo de narrador para Mar de Irlanda tampoco parece
casual: un personaje de múltiples identidades, mediatizadas por las voces de
diferentes escritores, que tiene el propósito de escribir su autobiografía
caótica y desordenada. A lo largo del libro insinúa Carlos Maleno la
imposibilidad de toda autobiografía, porque siempre es otro quien habla en
nuestro nombre mientras nos narramos. A la vez, el intento de escribir la
autobiografía a base de ir anotando las propias vivencias permite reflexionar
sobre la esencia de la literatura y la escritura automática, con sus puntos y
apartes y sus cambios de rumbo inesperados. En cualquier caso, toda pretensión
por parte del narrador de huir de sí mismo, confundiéndose en otros, o de
desaparecer, lo devuelve finalmente al fondo de su noche interior. Una noche
habitada por la nostalgia de lo imaginado y el vano afán de buscar en mujeres
desconocidas a la mujer amada y perdida para siempre.
En Mar de Irlanda da la impresión de ser la escritura la que se vuelve
portavoz del narrador desde dentro mismo de la narración, impregnada de la
literatura de escritores como Kafka, Conrad, Céline, Beckett, Walser, Borges,
Roth, Vila-Matas… Y lo hace, situándolo en el centro del vacío o en la
oscuridad donde ocurren las cosas más interesantes.
FUENTE: EL QUINQUÉ. LA PROVINCIA-DIARIO DE LAS PALMAS.
FUENTE: EL QUINQUÉ. LA PROVINCIA-DIARIO DE LAS PALMAS.