VIAJE AL PROPIO CENTRO
En tiempos de austeridad tal vez podríamos aprovechar las vacaciones para hacer la maleta y quedarnos en casa. En lugar de preparar el equipaje para partir, hacerlo con objeto de permanecer de puertas para adentro con aquello que verdaderamente necesitamos y nos hace. Imaginemos, pues, ese pequeño rectángulo vacío y abierto de par en par en el suelo. ¿Qué meteríamos en su interior para viajar al propio centro?
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