Hubo un tiempo en que me creí poeta, pero en realidad solo lo soy cuando leo poesía. Lleva un tiempo descubrir eso. (...) No encontré mi vocación hasta tiempo después: me convertí en el complemento indispensable de cada poeta, un lector. (...) Ser lector es un oficio.
Cees Nooteboom
(en LOS ZORROS VIENEN DE NOCHE. Traducción de Isabel-Clara Lorda Vidal. Editorial Siruela.)