Sensaciones de vida prestadas, que el organismo rechazaba inmediatamente. [...] El rechazo no era más que la repugnancia ante tanta respiración artificial: la forma de experiencia internacionalmente válida, vista como simple curandería.
Peter Handke.-
(en EL MOMENTO DE LA SENSACIÓN VERDADERA. Traducción de Genoveva Dieterich. Editorial Debolsillo.)