El subrayado, como le gusta llamar, genéricamente, al simple goce de dejar un rastro en la nieve de lo que lee, es quizá el único documento autobiográfico que no se atrevería a contradecir, que reconocería y aceptaría aun cuando lo comprometiera o lo humillara, tan fiel, preciso y no manipulable como para la vida de un árbol el dibujo de los anillos internos de su tronco.
Alan Pauls.-
(en TRANCE. Colección Lector&s. Buenos Aires.)