jueves, 30 de mayo de 2013

FERIA DEL LIBRO



Hoy comienza la Feria del Libro de Las Palmas de Gran Canaria. De acuerdo al lema de esta edición, Leer para crecer, aquí va mi propuesta de lectura de un libro. Es una novela de Yuri Herrera (Actopan, 1970) titulada La transmigración de los cuerpos y publicada en la editorial Periférica.
Este escritor mexicano, además de manejar un lenguaje de una originalidad inusitada, domina el arte de la precisión de la palabra. ¿De qué trata esta novela? Contiene una trama que habrán de conocer por su cuenta los lectores. Apuntar ahora solamente que el escenario es una epidemia que paraliza una localidad.
Imaginen por un momento los lectores que una epidemia de origen desconocido azota de la noche a la mañana nuestra ciudad, tal y como sucede en este libro. ¿Cuál sería nuestra reacción, obligados a un encierro involuntario para evitar un contagio? ¿Cómo reaccionaríamos si los gobernantes se limitaran a intentar amansar a la gente sin ofrecer información alguna sobre la situación?
Una epidemia despiadada puede sacarnos lo mejor de nosotros mismos, pero por lo general suscita violencia, saqueo, envidia, venganza, egoísmo y muerte. Como dice el narrador de esta novela: "No sabemos qué tanto nos odiamos hasta que tenemos que aguantarnos unos a otros en un cuarto bajo llave". En otro pasaje proclama: "La gente toda es como estrellas muertas: lo que nos llega de ellas es distinto de la cosa, que ya ha desaparecido o ya ha cambiado, así sea un segundo después de la emisión de luz o de la mala obra".
No es lo mismo lidiar con los imprevistos, los cuales tienen límites, que un escenario de epidemia inesperada con el consiguiente aislamiento y el vacío total de las calles. Por eso el narrador de la novela manifiesta: "Esto era como si hubiera dormido en un elevador y al despertarse las puertas estuvieran abiertas en un piso que no sabía que existía".
A partir de ahí se revela lo más oscuro de nuestros fantasmas. En la novela, de igual forma que podría darse en la realidad.

FUENTE: EL QUINQUÉ. LA PROVINCIA-DIARIO DE LAS PALMAS

viernes, 17 de mayo de 2013

DARSE UN BAÑO DE TUMBA



Cuando leí días atrás sobre la concesión del premio Príncipe de Asturias de las Artes 2013 a Michael Haneke, me vinieron a la mente unas declaraciones suyas que hizo recientemente a los medios. Se lamentaba de las críticas que consideran “muy dura” a Amor, su última película. Dijo haber escuchado que mucha gente no recomienda Amor a otros porque piensa que no soportarían su crudeza.

Ahora se ha premiado a Haneke justamente por eso a lo que el mal llamado sentido común le suele dar la espalda. El jurado ha resaltado su maestría para iluminar y diseccionar aspectos sombríos del ser humano y de la existencia, tales como la opresión, la violencia y la enfermedad. Se le reconoce su arte de abordar los fantasmas interiores y conseguir provocar al espectador y llevarlo a enfrentarse a los propios demonios.

Cuando supe que le otorgaron el Premio a Haneke también me acordé de otras declaraciones recientes de Enrique Vila-Matas en “Pienso, luego existo”, programa del canal 2 de la televisión española. Defendía este escritor la búsqueda de lo oculto y la presentación de la verdad desnuda sin paliativos. Aquello que no querríamos oír, aun sabiéndolo, porque no nos gusta. 

Esta idea me remitió a unos versos de Pablo Neruda de su poema No tan alto que invitan a darse de cuando en cuando un baño de tumba. A ellos alude Jordi Soler en un artículo, recién publicado en El País, sobre el reverso de la crisis. En él habla, en última instancia, del lado luminoso que habita en la actual situación de oscuridad. Un infierno, pienso ahora rememorando a Italo Calvino, escritor que propuso dos maneras de no sufrirlo. Una, aceptándolo y volviéndose parte de él hasta el punto de dejar de verlo. La segunda, su apuesta, buscar y saber quién y qué, en medio del infierno, no es infierno y hacer que dure y dejarle espacio. Para ello se requiere saber detectar, en la medida de lo posible, los aspectos sombríos de la realidad y de nosotros mismos, cuestión que me devuelve a Michael Haneke.


domingo, 12 de mayo de 2013

EL ÉXITO LITERARIO




Hay mucha gente que escribe y se enfada cuando escucha decir que la literatura camina a la deriva. Una mayoría suele afirmar que la literatura está más viva que nunca. No es esta una polémica nueva, aunque en la actualidad, ya más instalados en la era digital, resurge con más fuerza. También van viendo la luz libros que abordan literariamente este tema. Entre otros, la novela Magma de Lars Iyer, publicada recientemente en la editorial Pálido Fuego. Los protagonistas son un dúo cómico, dos escritores que se saben fracasados y que, no obstante, se autopromocionan. En última instancia denuncian, con gran sentido del humor, el actual panorama literario y la mercantilización y banalización de la literatura.  

Ya en otro texto escribió Lars Iyer con cierta ironía: “Decir que la Literatura ha muerto es a la vez empíricamente falso e intuitivamente cierto”.  

viernes, 10 de mayo de 2013

SOBRE EL TIEMPO Y LA MEMORIA


El tiempo, única fuerza realmente invulnerable, capaz de afectar sin ser afectadasAlan Pauls
Vivimos con suposiciones muy fáciles, ¿no? Por ejemplo, que la memoria es igual a sucesos más tiempoJulian Barnes
Lo importante es que de todo quede siempre algo, pues por minúscula que sea la llama que reste tal vez alguien pueda recogerla para encontrar otra cosa.Enrique Vila-Matas
“La persistencia de la memoria” (Salvador Dalí, 1931) Wikipaintings
“La persistencia de la memoria” (Salvador Dalí, 1931) Wikipaintings
Es cierto que Madame Memoria es una gran y sutil fingidora, tal y como proclama Alexander Clave, el narrador de Antigua luz, novela de John Banville. Imágenes del pasado remoto se agolpan en su cabeza, viéndose incapaz de distinguir si son recuerdos o invenciones.
Ya está instalado en la sesentena, lleva casado muchísimos años y rememora por escrito una aventura o relación sentimental que tuvo a sus quince años con la señora Celia Gray cuando esta tenía treinta y cinco. Ella era la madre de su mejor amigo y la relación entre ambos duró casi cinco largos meses.
Mira hacia atrás y es consciente de que está inventando incluso los más mínimos detalles. En un momento determinado hace una pausa y cuenta un sueño que tuvo la noche anterior. Habla de este como si se estuviera refiriendo a la manera de obrar de la memoria:
No creo que retengamos detalles, y si lo hacemos los corregimos, censuramos y adornamos hasta tal punto que constituyen algo totalmente nuevo, el sueño de un sueño, en el que el original queda transfigurado, al igual que el sueño transfigura la experiencia de estar despierto.
También las estaciones se confunden en su memoria a lo largo de la novela, apareciendo a modo de recuerdos inventados.
Es curioso, pero aquel día veo nuestros bolsillos llenos de avellanas que habíamos recogido en el bosque, y el suelo que nos rodeaba estaba cubierto del oro batido de las hojas caídas, aunque era abril, tenía que ser abril, las hojas verdes y todavía en los árboles, y las avellanas aún sin formar. Y por mucho que lo intento, sin embargo, no veo ninguna primavera, sino el otoño.
Aire de DylanAnte esta cita cabría formularse la pregunta que hace Enrique Vila-Matas en Aire de Dylan:
¿Qué está inventando su imaginación que se presenta como memoria?
O afirmar, como se hace en otro pasaje de esta novela:
Donde no llega su memoria llega su imaginación.
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