jueves, 24 de enero de 2013

COBARDÍA





Me cuenta un amigo, casado, que cuatro años atrás decidió comunicarle a su mujer que ya no sentía ganas de mantener relaciones sexuales. “¿Con ella o en general?”, le pregunté. “Cuestión de pérdida de libido, aduje a mi mujer, pero en verdad sigo conservando, y de forma intensa, el deseo sexual”, me respondió. A continuación confesó que lleva justo cuatro años perdidamente enamorado de otra mujer con la que sostiene encuentros sexuales secretos. Ambos son amantes. 


Recordé entonces una escena de El museo de la inocencia, novela del escritor turco Orhan Pamuk. En ella Sibel convierte en cuestión imprescindible que su novio Kemal Bey acuda al psiquiatra. Se acaban de comprometer y Sibel lo encuentra muy deprimido y raro. Desconoce, además, el motivo por el cual él se ha abstenido en los últimos tiempos de un contacto sexual con ella. No sabe que su novio ha estado manteniendo hasta fechas recientes una relación clandestina con Füsun, una mujer que finalmente decidió esfumarse tras la petición de mano de la pareja.
 
A Kemal Bey todo le recuerda a Füsun, de la que está locamente enamorado y a la que ha perdido. Se siente destrozado y no es capaz de revelárselo a su novia. Tampoco logra explicitar su situación en la consulta del psiquiatra a la que termina acudiendo. Dice en el libro: 

Tras hablar un poco de naderías y de rellenar escrupulosamente el necesario formulario, cuando el médico me preguntó por ´mi problema´ me apeteció por un instante decirle que me sentía tan solo como un perro enviado al espacio porque había perdido a mi amada. Pero en cambio le dije que mi problema era que después de la petición de mano no podía hacer el amor con mi linda y atractivísima novia, a quien tanto quería.

Él me preguntó por el motivo de mi inapetencia. Hoy años después de aquello, todavía sonrío al recordar la respuesta que se me vino repentinamente a la cabeza inspirada por Dios y que también encuentro bastante acertada:


-Creo que me da miedo la vida, doctor.


Fuente: La Provincia-Diario Las Palmas