Los verdaderos poetas saben bien que la poesía sólo puede cultivarse lejos del cálculo, lo útil y la prisa: «Ser artista -confiesa R.M. Rilke (...)- quiere decir: madurar como el árbol, que no apremia a su savia, y se yergue confiado en las tormentas de primavera, sin miedo a que detrás pudiera no venir el verano.»
Nuccio Ordini.-
( en LA UTILIDAD DE LO INÚTIL. Traducción de Jordi Bayod. Editorial Acantilado.)