... loco de dolor. Está fuera de sí. (...) Soy la única que lo entiende. ¿No la he amado yo también? Antes que él. Somos dos los que la hemos amado. Amado de verdad, dice. Es superfluo que él diga "de verdad". Pero la gente siempre habla demasiado. Añade. En lugar de quitar. (...)
Fui feliz, repite en su dolor. Intenta hacer que pese sobre mí su felicidad y el dolor. Ha obtenido satisfacción a mi costa.
Fleur Jaeggy. -
(en EL ÚLTIMO DE LA ESTIRPE. Traducción de Beatriz de Moura. Editorial TusQuets.)