Quien mira un espejo y consigue al mismo tiempo la independencia
de sí mismo, quien consigue verlo sin verse, quien entiende que su profundidad consiste en que está
vacío, quien camina hacia el interior de su espacio transparente
sin dejar en él el vestigio de la propia imagen, ha entendido su misterio.
Clarice Lispector. -
(en PARA NO OLVIDAR. Traducción de Elena Losada. Editorial Siruela.)