–Era un grito muy largo, muy alto, que se detuvo en seco en su momento de mayor intensidad –dijo ella.
–La mujer se moría –dijo el hombre. (...)
–Una vez, me parece, sí, una vez debí de gritar así, tal vez, sí, cuando tuve a ese niño.
Marguerite Duras
(en MODERATO CANTABILE. Traducción de Paula Brines. Colección Millenium, El Mundo.)