Dios, cuánta estupidez rezuma el espíritu religioso. Toda certeza aniquila la inteligencia. Cuando convierte la muerte en una desventura más, el creyente pierde la razón. Al hacer de mí un autodidacta de la vida, la duda me ha hecho disfrutar de cada instante. (...) Incluso cuando estoy a punto de morir ahogado, intento mantenerme a flote, no me pongo a rezarle a Arquimedes. (...) Ningún teorema podrá salvarme.
Hervé Le Tellier. -
(en LA ANOMALÍA. Traducción de Pablo Martín Sánchez. Editorial Seix Barral.)